|
Cantos del Oratorio |
|
Letra y Música: María
Era un árbol quemado
y partido por un rayo
que no sirve para nada,
ni de madera, ni de llama.
Era un bosque incendiado
y dormido para siempre
en la arena y la ceniza,
así era mi Señor.
Sin voz, ni belleza;
clavado y despreciado;
derrotado e impotente;
crucificado.
Como agua derramada
o flores pisoteadas
que no sirven para nada,
así era mi Señor.
Quién creerá la noticia,
El era nuestro regalo
se nos marchitó en las manos,
despreciado y olvidado.
Azotado, indefenso;
sin brillo, desfigurado;
millado, escupido;
crucificado.
{jcomments on}