Alguno de vosotros me ha pedido la referencia de alguna biografía del beato Cardenal Newman.
Tal como os dije en la conferencia del pasado jueves, Newman es un hombre complejo. Por ese motivo es conveniente empezar por lo más sencillo y luego ir avanzando. Así que os doy la referencia de tres biografías. La primera muy sencilla, os puede ayudar a comprender bien su sensibilidad, su carácter, su ánimo… La segunda, bastante completa, os dará una idea de conjunto de todas las etapas de su vida, de sus amigos, de sus relaciones, del desarrollo de su pensamiento, de los distintos acontecimientos que van marcando su vida, etc. Si, al leer esta biografía os tomáis la molestia de ir anotando años y personajes, tendréis un excelente esquema para proseguir luego en el conocimiento de Newman. La tercera biografía es, seguramente, la más completa que existe, la que da más detalles. Os recomiendo que leáis la más sencilla y luego una de las otras dos.
1. Rafael Pardo, Yo, Cardenal Newman(Alicante, 2010).
2. José Morales, Newman (1801-1891)(Madrid 1990)
3. Ian Ker,John Henry Newman(Madrid, 2010)
Luego os recomiendo una de sus obras maestra, La Apologia (sin acento, porque el título está en latín). Se trata de la historia de su pensamiento desde su "primera conversión", a los 15 años de edad, hasta su entrada en la Iglesia de Roma. En la conferencia y en las biografías se da cuenta del contexto en que fue escrita, lo cual es determinante para comprenderla bien. Hablar de la historia de su pensamiento es hablar de su búsqueda personal de Dios, en la que arriesgó siempre toda su persona. En este camino personal se une todo: sensibilidad personal, pensamiento, filosofía, carácter, teología, amistad... Toda una vida en la búsqueda de Dios. Esta obra se ha comparado con otra de las grandes de toda la historia del pensamiento cristiano, Las Confesiones, de san Agustín y ciertamente, tienen cosas en común, no en cuanto a los contenidos pero sí en la sensibilidad espiritual que traslucen ambos escritos y en la importancia del camino interior de la búsqueda de Dios. He aquí la referencia:
John Henry Newman, Apologia pro vita sua (Madrid, 1996).
Luego, para profundizar más en la amistad con Newman, hay que recurrir a sus cartas, a su diario y a su poesía. Aunque todas sus obras, también las más estrictamente filosóficas o teológicas, llevan la impronta de su propia personalidad. Pero para eso ya habrá tiempo más adelante.
Dios os bendiga. Dios sea bendito.
P. Enrique Santayana C.O.