El amor de la Santísima Virgen a Dios era tan grande, que hallarse separada de El la hacía cruelmente sufrir; y el Padre Eterno la consoló enviándole su único Hijo (San Felipe Neri)
El amor de la Santísima Virgen a Dios era tan grande, que hallarse separada de El la hacía cruelmente sufrir; y el Padre Eterno la consoló enviándole su único Hijo (San Felipe Neri)