Espero con la Gracia de Dios y la intercesión de María Santísima, llamada por nuestro santo padre Felipe, Fundadora del Oratorio, y con el apoyo de cada uno de mis hermanos oratorianos, ser fiel representante de la Confederación y sus intereses así como salvaguar el patrimonio y legado histórico de nuestro Instituto.
Me encomiendo a la oración de cada uno y aseguro mi recuerdo en la celebración de la Eucaristía a todas y cada una de las Congregaciones en la espera de poder encontrarles personalmente nuevamente.
En Cristo Jesús y San Felipe Neri,
Mario A. Avilés, C.O.
Procurador General